Peak Flow 🏔

Es el aparato que mide Flujo Espiratorio Máximo (FEM), flujo máximo que se alcanza durante una maniobra de espiración forzada. Puede reflejar el estado de vía respiratoria de gran calibre.

Se consigue al haber espirado el 75-80% de la capacidad pulmonar total (dentro de los primeros 100 milisegundos de espiración forzada) y se expresa en litros/minuto, litros/segundo o como porcentaje de su valor de referencia.

A pesar de no sustituir a la espirometría, se trata de un aparato sencillo y seguro que puede utilizarse a lo largo del día en distintos lugares porque es fácil de transportar. Puede ser una herramienta fácil para el control del asma por el propio paciente.

Al usar el Peak Flow de forma regular durante varios días nos puede ayudar a:

• Detectar precozmente un empeoramiento y facilitar una intervención precoz, en aquellos casos raros en los que los pacientes no perciben adecuadamente la intensidad de las manifestaciones de la enfermedad.
• Monitorizar el tratamiento, utilizando datos objetivos, con el fin de aplicar cambios terapéuticos.
• Ayudar a determinar cuándo es urgente solicitar cuidados médicos; de nuevo, fundamentalmente, en pacientes con dificultades de la percepción de su asma.
• Identificar agentes específicos, especialmente alérgenos o irritantes ocupacionales, o síntomas agudos.